Los aviones son difíciles de fotografiar. Cuando están en tierra, los aficionados no tenemos acceso a ellos porque están cuidadosamente aislados de la terminal de pasajeros, siempre tendremos un grueso cristal o una reja de por medio que nos impedirá tomar fotos aceptables. Cuando vuelan, lo hacen a tal altura que es necesario un teleobjetivo tan potente como un telescopio. Además solo podremos fotografiarlos desde abajo y, por si fuera poco, a más de 10km de altura la cantidad de atmósfera hace que el avión se oscurezca y la fotografía pierde mucha calidad, incluso en días despejados. En el momento del despegue, salen con el morro levantado de 10 a 20 grados y subiendo muy deprisa.
Nos queda el aterrizaje. Durante la maniobra de aterrizaje, el avión vuela bajo y relativamente lento en una trayectoria previsible. Por eso, no es raro ver a varios aficionados a la fotografía y los aviones cerca de las pistas de aterrizaje de los aeropuertos, intentando fotografiar aviones desde todos los ángulos y distancias posibles. Gracias a las cámaras digitales, nos podemos permitir sacar más de 100 tomas en una tarde para luego realizar una cuidadosa selección. En este álbum iremos colocando las fotos que obtengamos como resultado.